La primera excursión del crucero fue la localidad francesa de Le Havre, situada en la histórica Normandia, muy cerca de las playas del desembarco.
Después de
sopesar varias opciones de visita, y de denegar la opción de ir a Mont Saint
Michel por las 3 horas de trayecto de ida y de vuelta dejándolo para otra
ocasión, nos decidimos por realizar la excursión por nuestra cuenta y alquilar
un coche de alquiler a través de internet, para visitar Etretat y Honfleur.
Primero realizamos una visita panorámica por la ciudad de Le Havre con el Shuttle Bus gratuito proporcionado por el barco, donde dimos una vuelta por el centro de la ciudad, y fue el propio bus quien nos dejó muy cercanos a la agencia Rentacar donde teniamos que recoger el vehículo.
Después de
caminar 5 minutos, recogimos nuestro nuevo Renault Clio, el GPS y una sillita
para Arnau y pusimos rumbo hacia Etretat.
Se
encuentra al norte de Le Havre, a unos 40 minutos y ya durante el viaje pudimos
descubrir un paisaje verde de película.
Etretat es
una ciudad pequeña pintoresca cuyo atractivo turístico son los preciosos
acantilados muy cercanos a la playa principal, los cuales muchos pintores franceses
han dibujado allí por la belleza del paisaje.
No pudimos disfrutar de las vistas desde arriba de los acantilados, ya que llevabamos el carrito y eran muchas escaleras, pero las vistas desde la playa son excepcionales.
Por el camino de vuelta, y para satisfacer a Arnau nos paramos al lado de un campo lleno de las típicas vacas del paisaje para que pudiera verlas de cerca
HONFLEUR
Ya por la
tarde, y después de comer tranquilamente en el barco, nos dirigimos hacia
Honfleur primera ciudad situada en la desembocadura del Rio Sena.
Para poder
llegar de una forma más rapida en 30 minutos, se utiliza la autopista y en
coche se cruza el famoso Puente de la Normandia que cruza el Sena.
Ya en
Honfleur todo es mágico ya que es la típica ciudad francesa de película. Ya para
empezar su plaza central es agua con los barquitos aparcados, sus calles
empedadradas, su carrusel para los niños y sus edificios singulares. La palabra
que lo podría definir es encantador, y una gran sorpresa.
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